La reconversión de las Cajas de Ahorros (I/III)

Inicio una serie de tres artículos sobre el proceso de transformación, casi mutación, en que se encuentran inmersas las Cajas de Ahorros españolas, entidades clave en el desarrollo económico y social de nuestro país y muy cercanas a ÁlamoConsulting por el relevante papel que han jugado en el nacimiento y desarrollo de nuestra compañía y por las relaciones institucionales y personales que mantenemos con ellas y sus profesionales. Para hacer la lectura más llevadera, la he dividido en tres posts que se publicarán secuencialmente:

  1. El primero, el presente, es una breve introducción sobre el origen y naturaleza de las Cajas de Ahorros y una descripción de sus principales hechos diferenciales respecto a otras entidades financieras. Creo que es importante hacer esta revisión para comprender la situación actual del sector y las soluciones que se están planteando.
  2. La segunda parte, inevitable, una breve referencia a la doble crisis que sufrimos (financiera y económica) y el impacto que ha tenido y sigue teniendo en las entidades financieras y, en particular, en las Cajas de Ahorros.
  3. Finalmente, un resumen de cómo se está acometiendo la reconversión del sector y cuáles son los retos de futuro para las Cajas de Ahorros y para los que, como CECA o nosotros, formamos parte de su entorno.

1.1. Las Cajas de Ahorro

Las Cajas de Ahorros son parte esencial del panorama financiero español desde hace varios siglos. De hecho, a día de hoy representan más de la mitad del sistema crediticio y de ahorros de nuestro país y poseen la red de distribución (sucursales) más numerosa y de mayor capilaridad de cuantas instituciones ejercen este tipo de actividad (bancos, cooperativas de crédito, entidades de financiación y crédito,…).

Tal y como ellas se mismas se definen (www.cajasdeahorros.es), las Cajas de Ahorros españolas son entidades de crédito plenas, con libertad y equiparación operativa completa al resto de las que integran el sistema financiero español. Están constituidas bajo la forma jurídica de fundaciones de naturaleza privada, con finalidad social y actuación bajo criterios de puro mercado y revierten un importante porcentaje de los beneficios obtenidos a la sociedad a través de su Obra Social. Son además entidades con un fuerte arraigo social y territorial.

Cada Caja de Ahorros nace con la cesión, por parte de institución pública, organización privada o particulares, de una aportación económica, denominada fondo fundacional, con la que la entidad puede iniciar su actividad y que equivale al capital social de, por ejemplo, los bancos. A partir de ese instante, estas entidades se “autofinancian”, esto es, consiguen los recursos propios básicos necesarios para afrontar su crecimiento a partir de, fundamentalmente, los excedentes (reservas) que va generando su propia actividad, una vez se descuentan de los beneficios las generosas aportaciones que realizan a sus respectivas Obras Sociales.


1.2. Hechos diferenciales respecto a otras entidades financieras

Su origen y naturaleza jurídico-económica ha condicionado la actividad y el desarrollo de estas entidades de crédito en varios aspectos que paso a describir.

En primer lugar, y fundamentalmente, sus objetivos y fines son muy distintos a los de otras entidades de financiación, predominando por encima de otros su finalidad social, en un doble sentido: por un lado, al asegurar el acceso universal a los servicios financieros básicos a toda la población y, por otro, por destinar parte importante de sus excedentes y esfuerzos a iniciar o contribuir, económicamente o con otros medios, en multitud de iniciativas de carácter solidario, formativas y culturales, de las que nos beneficiamos la práctica totalidad de la población.

Por su origen y naturaleza jurídica, los máximos órganos de gobierno de las Cajas de Ahorros han estado controlados en la mayor parte de los casos por los organismos públicos (Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, Diputaciones provinciales) y otras instituciones no relacionados con el mundo de la gestión empresarial. Esta circunstancia ha sido tradicionalmente objeto de controversia económica, social y política por la posible utilización de las entidades para fines distintos a los que marcan sus ideales y genera cierto recelo en los mercados, a pesar del alto nivel de profesionalización de los puestos de alta dirección de las Cajas de Ahorros.

Ya desde un punto de vista más económico-financiero, la ausencia de accionistas y, por tanto, de obligaciones de retribución a estos, libera importantes cantidades de recursos que se pueden destinar a reforzar la solvencia económica de la entidades y financiar su crecimiento orgánico, principalmente. Por otro, sin embargo, la limitación de acudir a los mercados en busca de capital condiciona la capacidad de inversión y, con ello, el ritmo de crecimiento y la posibilidad de acceder a algunas buenas oportunidades de negocio (vía, por ejemplo, adquisiciones de otras entidades).

En este sentido, ha habido durante años un debate intenso respecto al modelo jurídico y económico de las Cajas de Ahorros, argumentando otras entidades financieras, y no pocos actores del mercado, que las Cajas de Ahorros compiten en una posición un tanto particular y de ventaja, ya que están blindadas ante eventuales operaciones de concentración empresarial (por su naturaleza jurídica no pueden ser adquiridas, amistosa u hostilmente, por parte de otras entidades), mientras que ellas sí pueden iniciar este tipo de operaciones y adquirir a otras entidades financieras constituidas bajo la fórmula de sociedad anónima (bancos, EFC,...). Esta realidad es innegable, pero también lo son los argumentos que las Cajas de Ahorros contraponen y que, seguramente, más que compensan las otras, digamos, ventajas de las que pudieran disfrutar: destacan su función social y recuerdan que la imposibilidad de acudir a los mercados financieros para captar capital les resta capacidad de crecimiento, restringe el aprovechamiento de buenas oportunidades de negocio y, en circunstancias adversas, limita la posibilidad de acudir a los mercados de inversión para reforzar su solvencia.

Al no estar sometidas al escrutinio diario del mercado, vía cotización de títulos representativos de capital (acciones), los criterios de gestión y planificación empresarial de la actividad difieren de las de los bancos u otras entidades, estando sometidas a una menor presión en cuanto a las exigencias de rentabilidad, imagen, emisión de información y de comunicación con el mercado y con sus propietarios. Aunque, bien es sabido, que el sostenimiento de sus fines sociales, crecimiento de actividad y solvencia se sustentan sobre la base de los buenos resultados económicos, por lo que las Cajas de Ahorros no son ajenas a este tipo de presión.


1.3 Conclusiones

En mi opinión, es incuestionable y enormemente positiva la contribución de las Cajas de Ahorros en el panorama social y económico de nuestro país, y os pongo algunos de mis argumentos (a debatir, si queréis):

1) Vocación de servicio público

Han dado y siguen favoreciendo el acceso a servicios financieros a personas y organizaciones que de otra forma se hubieran visto privados de estos instrumentos básicos para generar riqueza y desarrollo, pese a la escasa o negativa rentabilidad que esto pudiera suponer (pensemos en sucursales ubicadas en pequeñas poblaciones o sectores económicos no atendidos por otras entidades financieras). Como consecuencia, han facilitado la vertebración y equilibrio territorial en España reduciendo las asimetrías regionales mediante la creación y despliegue de una industria (la financiera) en casi todas las provincias de nuestro país y apoyando la concesión de créditos a familias y pymes para el desarrollo de sus proyectos personales y profesionales.

2) Obra Social

La labor social y cultural de las Obras Sociales es innegable e incuestionable y no son sólo beneficiosas per sé sino porque han contribuido a articular un desarrollo más sostenible por todo el país. Sus programas de acción social, desarrollo científico, medioambiental, cultural-artístico y de difusión de la educación y el conocimiento se han extendido hacia un amplio universo de colectivos: niños, jóvenes, mayores, ciudadanos en situaciones más desfavorecidas, etc.


Obra Social en Cajas de Ahorros

3) Competencia en el sector

Han introducido un importante factor de competencia en el sector, lo que ha redundado en una mejora de la oferta de productos y servicios de las entidades, mayor especialización de sus profesionales, así como en la búsqueda continua de la eficiencia para reducir el coste de sus servicios o mejorar los pagos por los depósitos y otros fondos gestionados de clientes. Algunos, bueno, casi todos, sois muy jóvenes y no lo habéis visto, pero hace 25 o 30 años los intereses de un préstamos se pagaban al 18%, mientras que las imposiciones a plazo fijo de los depositantes se remuneraban a un 4% o 5%. Gestionar la actividad con aquellos márgenes de 14 o 15 puntos era bastante más sencillo, hoy en día el diferencial suele estar entre el 1 y el 1,5, si es que llega. Esa mayor competencia interna ha estimulado la salida al exterior de los buques insignia de nuestro sistema financiero, buscando nuevos mercados dentro de su estrategia de crecimiento continuo de su negocio, camino que también han seguido ya algunas Cajas de Ahorros.

4) Referentes en modelos de empresa y gestión

Algunas Cajas de Ahorros ha sido un modelo de gestión y de innovación que otras entidades financieras y empresas han seguido. De alguna forma, han creado escuela y con ello han contribuido a la mejora de las técnicas de gestión de las compañías que se desplazan en su órbita o de quienes, simplemente, les estudian.

5) Modelo de cooperación

Han puesto en marcha un modelo de trabajo cooperativo aglutinado y coordinado desde la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y especialmente desde COAS (adalid de la búsqueda de proyectos colaborativos entre todas las entidades), que constituye una referencia en España, ha dado excelentes resultados y que también ha servido de modelo a otras compañías y asociaciones sectoriales.

6) Nuestros clientes

En ÁlamoConsulting hemos compartido con las Cajas de Ahorros multitud de proyectos y experiencias muy enriquecedores, que nos han ayudado a crecer y madurar como profesionales y como empresa.



Y en medio de los eternos comentarios y controversias sobre el modelo de las Cajas de Ahorros, llega la crisis económica-financiera de nuestros tiempos y lo cambia todo…

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