Comunicación y diseño de contenidos web

El diseño de contenidos de una página web, aplicación móvil, portal, etc. en ocasiones puede convertirse en una difícil tarea no sólo por la organización de los propios contenidos sino por la mera redacción de los mismos. Los gustos del cliente, las exigencias de los diseñadores y los accesos de creatividad literaria y editorial de todos los que intervienen en el proceso pueden dificultar la elección de las palabras, los literales y la maquetación más adecuada de los textos para que cumplan con las funciones básicas de legibiilidad, usabilidad y accesibilidad para una buena experiencia del usuario.

Es por ello que resulta útil tener a mano una lista sencilla de "principios básicos" a seguir en la redacción y diseño de contenidos web que podamos transmitir fácilmente a todas las personas que vayan a diseñar, maquetar, redactar, revisar y aprobar textos de la web o aplicación. Se trata de sentar un mínimo común denominador, para que todos los intervinientes en el proceso de creación de contenidos asuman como propios estos principios (algo no siempre tan sencillo de conseguir).

Ese es el origen de este post y el resultado es la siguiente lista de buenas prácticas que espero os resulte útil.

1. Lo más importante primero, a todos los niveles

Es bien conocido, que los usuarios de páginas web realizan lecturas muy rápidas de cada página y enseguida pulsan algún enlace que les dirige a una nueva página. En móviles el usuario se encuentra además con que tiene que hacer scroll enseguida para poder leer la información hasta el final lo cual resulta más incómodo.

Por ello, se debe aplicar en la escritura de contenidos una estructura de pirámide invertida situando en primer lugar la información que más puede interesar al usuario o que más interesa transmitir y dejar para el final los datos menos relevantes o de mayor detalle (el usuario que llegue hasta el final será, precisamente, el que quiera encontrar mayor detalle en la información que está leyendo).

2. Navegar más para conocer más

Se debe intentar ofrecer al usuario una experiencia de navegación cómoda, intuitiva y que cumpla con sus expectativas.

Para lograrlo, en cuanto a información se refiere, es importante que el paso a páginas nuevas ofrezca información nueva. Además, si se trata de información sobre el mismo tema, el paso a una nueva página debe proporcionar información más detallada sobre ese tema. La navegación que profundiza en la información a medida que se navega es intuitiva, por tanto más usable, y permite además cumplir con la premisa 1.

3. Mínimas indicaciones para ubicar al usuario, no para confundirlo

Emplear títulos de saludo, relleno, etiquetado o "adorno", dificultan la lectura de la información que se pretende transmitir, especialmente en dispositivos móviles donde el espacio disponible es muy limitado. Por lo tanto, se debe emplear sólo la información suficiente para que el usuario se ubique y pueda consultar la información que está buscando o realizar la operación que desea.

Un buen diseño de interacción y de interfaz, combinado con mensajes cortos y claros en títulos y menús deben ser suficientes para que el usuario sepa cómo proceder y dónde se encuentra. Si nos encontramos en la necesidad de incluir largos párrafos con instrucciones o de etiquetar cada contenido es que algo está fallando en el diseño.

4. Respetar la proporción de tamaño de los textos

Un punto clave en el diseño de contenidos es la relación de tamaños de los textos.

No sólo lo más importante debe ir primero, sino que la información más importante debe resaltar más que la menos importante. El título de página debe ser el texto de mayor tamaño de la página. El título de párrafo o de lista debe ser más pequeño que el título de página pero más grande que el texto del propio párrafo,... y así sucesivamente, hasta llegar a la nota a pie de página o el mensaje de copyright que será más pequeño que todos los demás textos.

Si el dato más importante de la página se pone como título, se evita un posible etiquetado (punto3) a la vez que se da prioridad a la información más destacada (punto 1), dándole además un peso específico mayor (punto 4).

En muchas ocasiones, las diferencias entre textos según su importancia se pueden conseguir también aplicando formatos diferentes aunque el tamaño de la tipografía sea el mismo (intensidad de colores, negrita, subrayados…)

5. Formatos iguales para textos del mismo tipo

Los textos de "la misma naturaleza" deben llevar siempre el mismo formato.

El texto que desarrolla una información puede tener un formato tipo "párrafo", el texto que resalta parte de una información puede tener un formato tipo "entradilla o subtitular", las direcciones postales deben llevar un formato propio, así como las fechas, las referencias o títulos de obras artísticas, etc.

Por ejemplo, los etiquetados de la información ("Nombre:", "Sucursal:",...) deben llevar un formato y ser todos iguales y además, ese formato debe resaltar menos que el formato que lleve la información en sí (María, c/Segovia 5,...) por el punto 4.

6. Uso adecuado de mayúsculas, negrita y otros formatos de resaltado: el encabezado como elemento clave.

Se debe evitar mezclar formatos dentro de un mismo "elemento de información"; un mismo párrafo, un mismo elemento de una lista, un título, etc. y ello incluye las mayúsculas y las negritas u otros formatos para resaltar parte de un texto. Es la extensión natural del punto 5.

Se deben entender las mayúsculas como un formato diferente de texto aunque el resto de características sean iguales (tipo de letra, tamaño, etc.) y por ello, se debe evitar su uso junto con texto en minúsculas dentro de un mismo “elemento de información”. Lo mismo ocurre con la negrita, que no se debe abusar de ella: un párrafo salteado de palabras y frases en negrita no resalta ninguna parte del texto en particular sino muchas al mismo tiempo, lo que confunde al lector y da una sensación de desorden (disminuye el readability).

La información que se quiera resaltar de un texto es preferible redactarla a modo de encabezado, separada del resto, con un formato de encabezado adecuado a su relevancia. En el caso de sitios web, esto es fundamental para posicionarse en los buscadores (SEO). Los textos maquetados de esta manera son más atractivos, limpios y están mejor estructurados lo que permite a los usuarios hacer lecturas rápidas, dirigidas directamente a la información que interesa. Si no es posible separar en un titular alguna información que se quiere resaltar, lo recomendable es situarla al inicio del texto, por la premisa 1 y para un mayor orden visual.

1 comentarios :

Anónimo dijo...

Interesante. Me ha presentando el concepto de "Readability" que no conocía.