Cumplir la planificación inicial prevista para un proyecto, es un aspecto clave no sólo por la imagen hacia el cliente que contrata determinados servicios, sino también por la rentabilidad, es de vital importancia, pero casi nunca lo conseguimos. Por eso, bien merece un post.
En ÁlamoConsulting apostamos por una metodología de desarrollo ágil de ciclos cortos e incrementales (en concreto, basamos nuestros desarrollos en sprints de 1 o 2 semanas de duración), donde en cada uno se busca entregar una funcionalidad adicional a validar por los usuarios finales y en el entorno final.
Sin restarle el valor que merece a los profesionales que integran los equipos de proyecto, que son realmente los que consiguen cerrar un proyecto en el plazo inicialmente previsto, nuestra metodología o disciplina de desarrollo ampliamente probada y óptima sin duda ayuda a:
- Acelerar la disponibilidad de información, al presentar indicadores de manera incremental, inicialmente de alto nivel y luego en la medida que los requerimientos se van refinando, hacia información más granulada.
- Trabajar de manera iterativa con los usuarios finales para comprender sus requerimientos e ir priorizando el trabajo de manera que los requerimientos de más alto valor y ROI sean resueltos primero.
De esta forma el equipo de desarrollo va agregando valor incrementalmente en la medida que se van agregando componentes al proyecto hasta alcanzar la completitud de los requerimientos.

